Mérida

#Mérida Paso deprimido podría reabrir en junio próximo

El director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Mérida, David Loría Magdub, y el presidente del Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán, Miguel Ángel García Domínguez, entregaron anteayer al alcalde Renán Barrera Concha las carpetas que contienen los resultados de los tres estudios sobre el “paso deprimido” de Prolongación Paseo de Montejo.

Los estudios realizados por especialistas en ingeniería civil, estructuras e hidráulica bajo el liderazgo del Colegio de Ingenieros no recomiendan el relleno del túnel porque es útil para la circulación vial de la zona, al contrario, plantean sugerencias para una rehabilitación que permita su uso continuo, sin cierres temporales por mal funcionamiento como ha ocurrido desde su inauguración el 11 de octubre de 2011 y que solucione el problema de inundación en temporadas de lluvias y ciclones.

De acuerdo a los cálculos del ingeniero Loría Magdub, para junio el “paso deprimido” reabriría al tránsito vehicular, con un plan de rediseño de calles alternas y de un solo sentido para el desahogo de esa zona.

El “paso deprimido” está cerrado desde el 8 de octubre de 2020 por las inundaciones que ocasionaron los ciclones “Delta” y “Gamma” y la elevación del manto freático por tanta lluvia ocasionó que la parte baja del subterráneo alcanzara un nivel de agua de 2.95 metros en la parte más profunda y de 2.40 a 2.51 en las rampas de ambos costados (el túnel tiene una altura de 6.75 y 6.69 metros en algunas zonas), lo que ocasionó que la presión del líquido fracturara el 30% de la superficie de rodamiento de concreto lo que hace imposible su reapertura en estas condiciones por el riesgo de accidentes. Incluso, el agua que filtra y se estanca genera una capa de verdín de 6 centímetros lo que convierte al tramo en un área resbalosa y peligrosa por el agua de la filtración constante.

En entrevista antes de que ambos ingenieros entregaran los resultados al alcalde Barrera Concha, Loría Magdub describió los problemas que tiene en la actualidad el paso a desnivel subterráneo, anticipó que en las condiciones en que está no se podrá reabrir a la circulación y aseguró que es una infraestructura vial que ya existe, es un activo del Ayuntamiento y de todos los meridanos, y la actual administración municipal pretende que siga siendo útil con las adecuaciones que determine el alcalde basado en las recomendaciones del Colegio de Ingenieros Civiles.

El funcionario detalló que con el costo de la obra por $64.4 millones (que realizó la administración de la alcaldesa Angélica Araujo Lara), las inversiones para las reparaciones y el pago de electricidad desde su inicio por $15 millones y $600,000 del estudio que realizaron los especialistas, el “paso deprimido” alcanzó los $80 millones, sin incluir, la nueva inversión que harán en el rescate y rehabilitación en este año.

“Es un elemento que tiene la ciudad, es un elemento que sirve, hay que invertirle para que quede bien”, reiteró el funcionario. “Tiene solución los problemas que presenta y por ello pedimos al Colegio de Ingenieros Civiles que nos dé elementos técnicos y científicos para que el alcalde tome una decisión sobre las alternativas que se puedan hacer y las probabilidades para que quede en condiciones favorables para el tránsito”.

Loría Magdub informó que, además de las adecuaciones y rescate del subterráneo, el Ayuntamiento trabaja en coordinación con el gobierno del estado por medio de la Secretaría de Seguridad Pública para un rediseño vial en las calles cercanas al “paso deprimido” para que la circulación sea más ágil y descongestione ese sector.

No dio detalles de este plan de reconfiguración de la vialidad de la zona, pero habrá calles alternas y de un solo sentido para darle fluidez al tránsito que es muy intenso en horas pico.

Se preguntó los plazos para que inicien los trabajos de rehabilitación del “paso deprimido”. Dijo que con la entrega de los resultados del estudio y las sugerencias de solución, quizá la próxima semana el alcalde Barrera Concha presentará la propuesta que se ejecutará con base a las recomendaciones de los especialistas, como es una obra que está sujeta a la Ley de Obra Pública tendrá que pasar al Cabildo para la aprobación de la convocatoria de licitación y calcula que para junio quedarán listo los trabajos y abrirán el paso deprimido al tráfico.

“El estudio de movilidad demostró que es una infraestructura útil, entonces lo que hay que hacer es que siga sirviendo a la ciudad”, subrayó Loría Magdub.

En conclusión, ¿los tres estudios apuntan que se debe rehabilitar y dejarlo en buenas condiciones?, preguntamos.

“Así es. Ya somos una ciudad con un millón de habitantes sólo en Mérida y con la zona conurbada llegamos a 1.3 millones, hay más gente, hay más vehículos, hay que buscar soluciones que faciliten la vida a los meridanos”, señaló Loría Magdub.

El ingeniero García Domínguez explicó el proceso de investigación, el trabajo de campo dentro del paso deprimido, las simulaciones matemáticas, la comparación de los niveles del manto freático y las épocas de lluvias de varios años para que tengan elementos de análisis y estudio.

“El ayuntamiento se acercó al colegio y nos preguntó qué podemos hacer por esa estructura”, contó. “Nosotros lo entendemos como una obra de vialidad, y el primer punto que tratamos de ver es si había resuelto el tema de agilizar, ordenar y estructurar el movimiento de los vehículos cuando fue construido. Hicimos una serie de mediciones del aforo (estudio que ya publicó el Diario) y esos aforos nos indicaron que sí había sido una buena solución construir el paso a desnivel en ese punto. Si debió de ir por arriba o por otro lado, eso no lo sabemos ya que no tenemos esa información. Los motivos que tuvo la autoridad de entonces para decidir que fuera en este sentido (el túnel) los desconocemos”.

“Como ya está construido, tuvimos que revisar las condiciones actuales y con esa inquietud empezamos a revisar y analizar si cumplía y ayudaba o si tenía objeto taparlo como estaba antes como dicen unas voces que se inclinan por esa solución”, señaló el profesional.

“Y también analizamos si la solución era una reconstrucción, rehabilitación y reparación. Habría que determinar qué grado de daño tenía, realizar un rediseño de reparación si fuera el caso. La autoridad municipal necesitaba un poco más de información y es lo que le damos”.

El trabajo para determinar lo más conveniente se prolongó porque buscaron los diseños originales, se entrevistaron con los involucrados y con los constructores y todos tenían poca información, pero lograron, con ayuda del estudio de vialidad, determinar que el “paso deprimido” es necesario que continúe para que agilice el tráfico de la zona.

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