#Valladolid. Covid-19 genera corrupción
VALLADOLID.— Debido a las muertes por el Covid-19 algunos empleados del Hospital General incurren en prácticas que no son bien vistas por algunas personas, quienes consideran que se prestan al juego de la “mafia” al recomendar servicios de determinada funeraria.
A cambio de esa recomendación, indican, los involucrados reciben dádivas de empresarios funerarios por el solo hecho de avisarles sobre los decesos, a fin de que ellos otorguen el servicio a la familia, cuyos precios son variados, pero cobran mucho más caro que lo normal por ser un cuerpo infectado y los empleados están corriendo serios riesgos.
En esta región oriente del Estado se han reportado cuando menos unos ocho decesos, cinco en Valladolid, dos en Chemax y uno en Chikindzonot, a cuyas familias les han cobrado diversos precios, dependiendo de las condiciones económicas de los deudos.
De acuerdo con fuentes del mismo nosocomio, los primeros que tienen la información de los decesos a consecuencia del Covid-19, además de los médicos, es el departamento de Trabajo Social, así como también el personal de seguridad, ya que éstos son los encargados de llamar a la familia que casi siempre está en el exterior del nosocomio, para darles la noticia.
En el caso de los decesos por Covid-19 no interviene el personal de la Fiscalía, de modo que del hospital sale la información para las familias y son ellos mismos quienes llaman a la agencia funeraria para que llegue lo antes posible al hospital, contacte a la familia y hacer las negociación por el servicio.
En esta ciudad funcionan tres funerarias, de modo que el personal del Trabajo Social y los de seguridad le hablan a quien le garantiza una dádiva que puede ser de entre $500 y $1,000, dependiendo de la cantidad que se le cobrará a la familia.
De acuerdo con investigaciones, un servicio básico, con un ataúd económico cuesta unos $7,500, sin embargo debido al riesgo que se tiene por el manejo de un cuerpo contagiado el precio se incrementa, de tal modo que hay quienes cobran $10,000, pero hay otros que piden el doble, con el argumento que los empleados que hacen el trabajo podrían contagiarse por el Covid-19.
El trabajo que realiza la funeraria contratada es entrar por la parte posterior del Hospital, por el lado donde se entregan los cadáveres, pero antes de ser sacados, se desinfecta el área donde lo pusieron, luego se mete en una bolsa especial, y es subido a la carroza.
Los empleados tienen que usar sus trajes especiales, caretas, cubrebocas, guantes y botas, de tal manera que no se contagien, pero aun así corren un alto riesgo que puede poner en peligro la vida de cada uno de ellos.
Luego de subirlo, de manera inmediata es llevado al crematorio, uno funciona en esta ciudad y otro en Tizimín, de tal modo que la empresa funeraria determina a dónde llevarlo, previo acuerdo con la familia.
En todos los decesos que se han dado en esta ciudad y en la zona, ninguno de ellos ha sido velado, pues por disposición de la familia los creman, ya que los que han tenido contacto con el muerto son puestos en cuarentena y no pueden asistir a un velorio. Incluso, de acuerdo a las disposiciones de las autoridades, se recomienda que sean hasta 10 personas, por lo que mejor determinan cremarlo.— Juan Antonio Osorio Osorno
Fuente: Diario de Yucatán.
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